Argentinos revirtió un arranque negativo que lo encontró abajo por dos goles en el marcador y terminó sacando adelante la cuarta victoria al hilo. Según Pisculichi, la clave de la remontada fue la actitud: “mucho carácter, creo que hay que resaltar eso. Los primeros veinte minutos no hicimos las cosas bien por eso el resultado ese, pero después el equipo mostró actitud, carácter y buen juego, porque por momentos Argentinos juega bien y hay que hablar ese eso también”. Sin embargo, también aclara que debería ser evitable el sufrimiento inicial, “No nos podemos dar ese lujo de regalar veinte minutos. No sirve. Tomamos consciencia de eso y después revertimos el resultado”.

Si bien intentó mantener las expectativas al nivel de la tierra, no logró ocultar la ambición latente: “sí, ese es el objetivo nuestro, tratar de alejarnos del promedio de abajo y estar para cosas importantes, porque creo que el equipo mejorando va a conseguir eso”. Con los tres puntos, el equipo de Berti se prende en el temprano pelotón de los primeros diez (tercero de momento), y así analiza la situación el jugador distinto que tiene el Bicho: “loco no es, porque se refleja en el juego. Hay momentos que nosotros jugamos muy bien e intentamos jugar por el piso y creo que se ve en el partido”.

Una vez más, Pisculichi volvió a ponerse la capa de héroe ingresando desde el banco de suplentes. Al respecto, no pareció mostrar disconformidad. “El equipo está bien, no tengo mucho para decir”, dijo Golosina, “obvio que quiero jugar. Me es difícil a veces entrar veinte minutos, entrar en ritmo, cuando todos están en otro ritmo. Pero bueno, trato de hacerlo de la mejor manera y ayudar a mis compañeros desde donde me toca”. Y una vez más, su zurda resultó definitoria en el resultado final y parece ser el as que se esconde bajo la manga de este equipo en momentos de emergencia: “siempre es importante. Es importante, es un arma que tenemos. Los pateadores que tenemos en el plantel son buenos y hay que aprovecharlos”.

 No tardó en reclamar el gol como propio (jocosamente, por supuesto). “Es todo mío”, declaró, “no la tocó nadie”. “Por suerte terminó en gol y sirvió para el triunfo”, añadió, reincorporando seriedad. ¿La dedicatoria? "La dorsal, una banda de mi hermano, en honor a él”.